Señor Jesús, Tú, que nos has dejado el mandamiento del amor, haz que, por la fuerza de ese amor, resplandezca la luz del Amor divino en éste, mi ser querido, y que, inundado de felicidad, recupere la salud física y espiritual, para que todo en su vida sea cantos de alabanza a ti, Señor y Hermano nuestro. No permitas que caiga, tampoco que tropiece, sino acompáñalo en su camino y guía Tú sus pasos. Realiza, Señor, sobre mi ser tan querido, un milagro de tu Amor. Tú, que vives y reinas junto al Padre y al Espíritu Santo, desde siempre y para siempre. Así sea.
Matías.
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Matías Néstor